Al estar en una zona montañosa podemos jugar con distintas altitudes y exposiciones.
Nuestros viñedos se sitúan entre los 550 y los 800 metros de altitud, compensando de esta forma la baja latitud de la comarca. Esto hace posible que la maduración de la uva sea excelente pero, al mismo tiempo, que a nuestros vinos no les falte frescura.